Gueso y Pellejo (pg 153-154) (Spanish)
Y llegó el tiempo en que el ganado del Simón Robles aumentó y necesitaba mayor número de cuidadores, y también llegó el tiempo en que la Antuca debió hacerse cargo del rebaño, pues ya había crecido lo suficiente, aunque no tanto como para pasarse sin más ayuda que la Vicenta. Entonces, el Simón Robles dijo:
—De la parición que viene, separaremos otros dos perros para nosotros.
Y ellos fueron Güeso y Pellejo. El mismo Simón les puso nombre, pues amaba, además de tocar la flauta y la caja, poner nombres y contar historias. Designaba a sus animales y a las gentes de la vecindad con los más curiosos apelativos. A una china le puso «Pastora sin manada », y a un cholo de ronca voz «Trueno en ayunas»; a un caballo flaco, «Cortaviento», y a una gallina estéril, «Poneaire». Por darse el gusto de nombrarlos, se las echaba de moralista y forzudo, ensillaba con frecuencia a Cortaviento y se oponía a que su mujer matara la gallina. Al bautizar a los perros, dijo en el ruedo de la merienda:
—Que se llamen así, pues hay una historia, y ésta es que una viejita tenía dos perros: el uno se llamaba Güeso y el otro Pellejo. Y fue que un día la vieja salió de su casa con los perros, y entonces llegó un ladrón y se metió debajo de la cama. Volvió la señora por la noche y se dispuso a acostarse. El ladrón estaba calladito, esperando que ella se durmiera para ahogarla en silencio, sin que lo sintieran los perros y pescar las llaves de un cajón con plata. Y he allí que la vieja, al agacharse para coger la bacinica, le vio las patas al ladrón. Y como toda vieja es sabida, ésa también lo era. Y entonces se puso a lamentarse, como quien no quiere la cosa: «Ya estoy muy vieja; ¡ay, ya estoy muy vieja y muy flaca; güeso y pellejo no más estoy!» Y repetía cada vez más fuerte, como admirada: «¡güeso y pellejo!, ¡güeso y pellejo!». Y en eso, pues, oyeron los perros y vinieron corriendo. Ella les hizo una señita y los perros se fueron contra el ladrón, haciéndolo leña....
He aquí que por eso es bueno que estos perritos se llamen también Güeso y Pellejo.
La historia fue celebrada y los nombres, desde luego, aceptados. Pero la vivaz Antuca hubo de apuntar:
—¿Pero cómo para que adivine la vieja lo que iba a pasar y les ponga así?
El Simón Robles replicó:
—Se los puso y después dio la casualidad que valieran esos nombres... Así es en todo.
Y el Timoteo, arriesgando evidentemente el respeto lleno de mesura debido al padre, argumentó:
—Lo que es yo, digo que la vieja era muy de otra laya, porque no trancaba su puerta. Si no, no hubieran podido entrar los perros cuando llamaba. Y si es que los perros estaban dentro y no vieron entrar al ladrón, eran unos perros por demás zonzos...
El encanto de la historia había quedado roto. Hasta en torno del fogón, donde la simplicidad es tan natural como masticar el trigo, la lógica se entromete para enrevesar y desencantar al hombre. Pero el Simón Robles respondió como lo hubiera hecho cualquier relatista de más cancha:
—Cuento es cuento.
Gueso y Pellejo (pg 153-154) (English)
And the time came when the cattle
Simon Robles and the increased need
greater number of caregivers, and also
came the time when due Antuco
take over the herd, having already grown
enough, though not enough to
do without more help than Vicenta. Then,
the Simon Robles said:
"In the next calving, we will separate
other two dogs for us.
And they were Güesa and Skinny. The same
Simon had named them, for he loved as well
playing the flute and the box, naming and
storytelling. Appointed to their animals and to
the people of the neighborhood with the curious
appellations. To put a Chinese "no herd Pastora
'And a voice husky half-breed "Thunder in
Fasting 'to a skinny horse, "Windbreaker" because
sterile hen 'Poneaire. For taking
taste of their appointment, are the moralistic missed
and strongman, often saddled Windbreaker
and opposed his wife's killing
hen. By baptizing the dogs, said in the ring
the picnic:
"She can call it that, as there is a history, and
this is an old lady who had two dogs: one
Güesa was called and the other skins. And was that a
day the old woman left home with the dogs, and then
was a thief and got under the bed. He turned his mistress by night and prepared to sleep. The thief was quietly, waiting
she fell asleep to drown in
silently, they felt that dogs and fish
keys from a drawer with silver. And there you have the
old, to bend to the potty, you
legs saw the thief. And as every old is known,
that too was. And then she began to
lament, as one who does not like things: "I
I'm too old, alas, I'm very old and very
thin; lingual and I am no longer hide! "And he repeated
increasingly strong, as admired "and lingual
hide!, lingual and hide! ". And in this, because they heard
dogs and came running. She will
made a Senorita and the dogs were against
thief, making firewood ....
Behold, so it's good that these
Puppies are also called Güesa and Skinny.
The story was held and the names,
of course, accepted. But the lively Antuco
had to write down:
- But how to guess the old one
was going to happen and I put it?
The Simon Robles replied:
He put them on and then it happened
that these names were worth ... That is all.
And Timothy, obviously risking
full respect of restraint due to the father,
argued:
"As for me, I say that was very old
other kinds, because lock your door. If not,
were unable to enter the dogs when
name. And if the dogs were inside and
they saw the thief enter, they were dogs
by other fools ...
The charm of history had been broken.
Until around the hearth, where simplicity
is as natural as chewing wheat, the logic is
intrudes to demystify the convoluted and man.
But Robles said Simon as he would
done any more on court:
-Story is story.